Mi vida ha efectuado, sin ningún atrevimiento, una investigación a fondo
de lo que pasa en nuestras vidas ... esas vidas que penden de un solo
hilo construídos de deseos y de miedos. No hay reglas absurdas, pero tú no
me escondas la verdad ... ésa que habla tan clara de la coherente
visión del mundo o de la vida misma, sobre todo, cuando tenemos la oportunidad de enfocar la amplitud de nuestras ideas. No sé si te extraño, pero incontables noches de insomnio se me han aparecido en tu nombre y ese recuerdo que tercamente no se esfuma ... Sin embargo soy incapaz de imaginarme la vida contigo porque tú formas parte de un suceso ya antiguo.
Y aunque te plazca ser parte de mi olvido, ambos somos una pérdida irreparable porque nuestras mentes ya no se ocupan más de nuestras conciencias en nuestro presente porque la vida cotidiana ocupa nuestras mentes en recuerdos que no palidecen, mas ya no se dejan ver ante la luz de nuestras vidas.
No soy reacia a hablar de ti, mas ambos pertenecemos a un pasado remoto ... a ese pasado que ya no volverá aunque los recuerdos palidezcan de tristeza y los dos seamos alegría mas nunca hablemos de ella porque el enfoque de nuestros conocimientos ya no coinciden con cualquier apreciación trivial hecho a último minuto.
Y mientras el tiempo pasa rápidamente, nadie puede calificarnos de felices porque aunque sigamos viviendo, seguimos nosotros educando a nuestras tristezas ... ésas que nadie busca porque nos empeñamos tú y yo que la vida sea amable con nosotros aún en nuestras noches de insomnio por más que queramos que las huellas dejadas en nuestros cuerpos sean incapaces de caer en el completo olvido mientras la vida cotidiana nos distancia de todo posible amor porque se ha convertido en imposible aunque tanto tu voluntad como la mía sean enérgicas o nuestro miedo a fracasar sea más grande que nuestros propios deseos. Y esto último que digo, te lo hago saber, sin ningún atrevimiento, porque nuestro amor raya en la ingenuidad de lo insensato, no porque sea difícil, sino porque ya no nos atrevemos a hacerlo realidad.
MARiSOL
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