sábado, 3 de septiembre de 2022

Reina de corazones

Entre la que soy y la que fui

quedan rastros de una  complicidad secreta

Cual reina de corazones me muevo entre el instinto y la voluntad

cuando le hago, sobre todo, preguntas al destino

mientras cual peatón cruzo la calle a lo desconocido...

allí  donde el desconocimiento propio genera soberbia

mas el desconocimiento de Dios genera desesperación.

 

Quizá mis argumentos no son convincentes del todo

mientras heridas del pasado se abren y cierran

como golpes duros ya, por suerte, vacíos de todo mal presagio. 

Ese presagio que adivina a ciegas mi futuro 

por medio de intuiciones o sensaciones 

cual señales de advertencia.


Y aunque, por momentos, mi tranquilidad se vea turbada

no consigo ser incapaz de ser feliz

quizá porque la felicidad está hecha de momentos felices

y no solamente de épocas felices.

 

¿O será, acaso, que la felicidad de los espíritus grandes

consiste no en sentirse felices,

sino en comprender cuan felices piensan otros que han de ser ellos?


Sea como sea, al tomar las riendas de mi vida

y querer ser la reina de corazones de mi alma,

mi destino mezcla las cartas mientras yo me esfuerzo en ser feliz

ya sin querer saber si el placer es felicidad de los locos

o si la felicidad es placer de los sabios.


MARiSOL