Una herencia sentimental incapaz de reprimirla
se deja ver rauda y eufórica
en la trastienda de mis pensamientos
cual quebradiza estampa familiar
No creo haberme equivocado de camino
y aunque me sepa, por momentos, muy amargo,
un desolado encuentro con aparente complicidad
me insiste en despertarme de inmediato
para iluminar la dimensión de mi tardanza
Y mientras un ansia desbordante me pide descanso
un desenlace, escasamente prometedor,
cruza inesperadamente y sin equivocación alguna,
la calle de mis antiguos y oxidados recuerdos
cual argumentos convincentes de lo vivido
y de lo que está por venir en mi porvenir
MARiSOL