sábado, 28 de octubre de 2023

Desamor

 


No hay nada coherente cuando uno va trastabillando entre la euforia y el desamparo. Es como un clavo ardiente descreído y desconfiado que nos absorve la razón del corazón y nos hunde en una infinita angustia hasta llegar a derrumbar nuestro equilibrio espiritual de forma tangencial mientras nuestra menesterosa cotidianidad desea mantenernos alejados de tanta incongruencia y solo deseamos andar distraídos en nuestros pensamientos carentes de ese idioma que creemos inexistente, pero que realmente sí existe y nos pide, contra viento y marea, a no mantenernos alejados de Él.

En un intento de hacerme entender siento que algo fundamental se nos está escapando de nuestras vidas con el mismo brío en que nació para vestirnos de conocimiento y sobrevivir a tanta estrechez mental llamado Odio, Ansias de Poder, Fanatismo, Venganza, Egoísmo, Insensatez e Ignorancia. 

¡Ay! La maldad se viste de fiesta mientras se deleita bailando diabólicamente sobre la cuerda floja de nuestras almas porque ella sabe que sólo la fé y la esperanza nos sostienen, pero, más que todo, sobre una cuerda tirante. Sobre todo, porque las cuerdas que amarran el respeto de unos por otros son, generalmente, cuerdas de necesidad. 

¿Necesidad? Palabra cómoda con el el que tú o yo deseamos quitarnos la culpa de encima para arrojar así en el vacío toda soberbia y traición mientras seguimos girando sobre nuestro propio eje de vida... allí donde mi idiosincracia e identidad es lo único que cuentan y la tuyas también.

¿Será cierto que cuando todo el mundo está loco, el ser cuerdo es una locura? Quizá hoy en día habrá que rendirse a la evidencia de que este mundo está loco. Y es que la locura y la cordura son como dos países limítrofes, de fronteras tan imperceptibles, que nunca puedes saber con seguridad si nos encontramos en el territorio de la una o de la otra. 

¡Ay! Cómo poder explicar que las fronteras no son el este o el oeste, el norte o el sur, sino allí donde tú y yo nos enfrentamos al amor porque al no tener éste geografía, no conoce de fronteras. Y, ¿sabes por qué? porque la moral es el resultado de no sólo aceptar la verdad y la justicia divina en todas partes del mundo, sino que la verdad y la justicia no tienen fronteras cuando se logra desterrar por completo, entre certezas y dudas, la raíz del desamor.

 

MARiSOL



domingo, 8 de octubre de 2023

Un mal presagio

 

 

No encuentro las palabras adecuadas para expresar lo que siento. Pero, permanecer inmutable es imposible. Frenar en seco a tanta maldad no es imposible pero es una tarea muy difícil de cumplir. La historia se repite. ¡Ay! En un arranque de autoridad pido paz. Mas, ¿cómo instaurarla?  La historia de Israel está marcada por relaciones tumultuosas y ocho guerras oficialaes con sus vecinos árabes.

Rechazo contundentemente la crueldad no importando las banderas. No hay excusa alguna ni argumento valedero para justificar un comportamiento salvaje aunque razón tengan los invasores. Y, sin embargo, desde los tiempos de Abraham hasta nuestros días  están en conflicto Israel y Palestina y éste no cesa, porque no se ponen de acuerdo. Mientras Israel reclama soberanía sobre la ciudad sagrada para judíos, musulmanes y cristianos y asegura que es su capital tras tomar Jerusalén Oriental en 1967, Palestina reclama el derecho a la autodeterminación de la población palestina, la creación de un Estado en Cisjordania y Gaza con capital en Jerusalén Este y el retorno de los refugiados tal como rezan las resoluciones de las Naciones Unidas.

Terrible que los militantes palestinos del grupo Hamas (ante mis ojos son terroristas) hayan disparado miles de cohetes y tomaran ayer por asalto zonas del sur de Israel infiltrándose en 22 ciudades y secuestrando decenas de personas civiles israelitas.  

Peligrosa es esta guerra que recién empieza porque si hay más derramamiento de sangre, esta situación puede escalar, sobre todo, porque Irán (otros países árabes igualmente) apoya incondicionalemente a Palestina y los EEUU hacen lo mismo defendiendo a capa y espada a Israel.  

Esta tranquilidad turbada deja constancia de los días de desamor que mantendrá al mundo en un hilo, al filo de la navaja entre el odio y la venganza por defender ambas partes sus propios intereses. La verdad que soy incapaz de reprimir esta pena porque los argumentos convincentes quedan de lado dando paso a un desenlace nada prometedor ante una invasión abrupta y cruel. 

Espero equivocarme pero esta guerra entre Israel y Palestina puede escalar a nivel mundial. Ya no sólo Rusia y Ucrania están en guerra, sino esta otra nos termina de explotar en la cara haciéndonos recordar  que la guerra entre ambos países empezó en 1948 cuando se produjo la descolonización de Palestina del Reino Unido por resolución de las Naciones Unidas.  Pues bien, cuando los británicos abandonaron Palestina, tanto este país como las Naciones Unidas decidieron que hubieran dos estados, uno judío y otro palestino y ambos con capital en Jerusalén. Es aquí donde empieza el conflicto ....

Esto que aquí escribo no es poesía, es un mal presagio.

 

MARISOL