sábado, 19 de agosto de 2023

Voluntad

 

 

Hacer digerible lo complejo no es nada fácil mas no imposible porque solo intentando lo imposible es cuando se vuelve posible. Quizá todas las cosas son imposibles mientras así lo parezcan. O quién sabe si para que pueda surgir lo posible es preciso intentar lo imposible una y otra vez. 

Pues, si hay algo en nosotros verdaderamente divino es la voluntad... esa voluntad que vive dentro de nuestra conciencia y que rompe en mil pedazos a la inercia y mantiene a raya a la abulia. 

¿Será cierto que la voluntad es la capacidad consciente que poseemos para realizar algo con intención? Pues sí, porque nos lleva a tener firmeza en nuestros propósitos, solidez en nuestros objetivos y ánimo frente a las dificultades. 

Ciertamente no pueden haber grandes dificultades cuando abunda la buena voluntad. Será porque las dicultades no son sólo meras excusas que la historia de nuestras vidas nunca aceptarán, sino porque la libertad que nos regala la fuerza de voluntad es la que realmente nos permite deshacernos a corto o largo plazo de esas pequeñas o grandes distracciones y obstáculos que se interponen ante nuestras metas porque, al fin y al cabo,  a nadie le faltan fuerzas, sino porque a lo que muchos nos falta es voluntad.

 

MARiSOL

sábado, 5 de agosto de 2023

Añoranza

 

A lo lejos antiguas complicidades gastadas por el tiempo se toman la libertad de rechazar lo ininteligible, lo difícil de describir; sólo se dejan llevar por la añoranza aunque ni siquiera estemos seguros de conocerla bien. Quizás ella sólo está cubierta de finísimas capas, casi imperceptibles a simple vista, que la fueron aislando de la realidad, esa realidad sujeta a un hilo unido a mis ideas ingenuas o inmaduras. No sé, tal vez nunca sabré si todo tiempo pasado fue verdaderamente mejor porque no puedo tener un futuro mejor si sólo estoy pensando en el ayer todo el tiempo. Para avanzar realmente, hay que dejar atrás el pasado, soltarlo así no lo perdamos del todo de vista. 

Hoy echo de menos no formar parte de lo importante o acaso, ¿me equivoco? No debería añorar los viejos tiempos ni sacar las fórmulas de su congelación ni convertir secretos en palabras ni traducir recuerdos en sentimientos negativos para impedir matar el amor. Lo mejor es dejar en paz el pasado mientras levanto la vista al cielo sin lágrimas que lloren porque se acabó, sino sonrío agradecida porque sucedió. Mientras finalmente se nos terminan borrando algunos detalles y, sin querer, estamos también añorando nuestras equivocaciones, no hay manera de eludir los años de esperanzas y desilusiones, perdidos e irrecuperables. 

Pues bien, mientras secuestro mi futuro para vestir mi presente de mejores momentos y recuerdo con amor a la niña que fui y que aún vive en mí hasta el final de mis días, dejo de lado tanta estrechez mental y malentendidos de un idioma inexistente para dar paso a mi idiosincracia e identidad vestidas de niebla y de luz... allí donde la añoranza me pide ni trastabillar ni estar en una cuerda floja ni derrumbar mi equilibrio emocional, quizá porque una mezcla de ansiedad, euforia y desamparo van de la mano forzosamente y me reta a seguir adelante porque, en el fondo, añoro ser la que siempre quise ser.

 

MARiSOL