Existencia

No sé si tengo el deseo de romper 

las reglas del juego de la vida ...
esa vida que al despertar a la realidad
advierto que la vida es un deber

¿Debo respetarlas a raja tabla
o debo sólo aceptar toda imposición
sin hacer ninguna crítica?
(¿constructiva o destructiva?)

Y aunque mi alma tiemble, 
por momentos, de miedo,

procuro que nada me duela 
mientras defiendo mi postura
sin perder el control sobre mí misma

No quiero condenar tanto silencio ...
ese silencio que debo romper
sólo si es para mejorarlo 
mientras una inmensa soledad
se escapa como un suspiro
o como un sorbo de vida
y que suena casi como a una herejía

Quizás existe una sola disidencia 
en esa magnífica forma
en la que tú y yo entendemos 
la verdad de la existencia ...
esa existencia que no consiste sólo en vivir,
sino en saber para qué vivimos


MARiSOL

Rompecabezas II

Con fuerza vuelvo nuevamente

a completar el rompecabezas de mi vida

mientras en un arranque de autoridad 

me despojo de tanta falsa cortesía,
de ésa que no conquista, sino que, más bien, empalaga

Si no te importa prefiero permanecer inmutable

ante cualquier reacción anticipada tuya,
mientras continuo con esta simetría
al desarmar las partes que no combinan entre tú y yo

Hurgar en el pasado ni quiero ni debo

No es nada acertado

Y aunque parar de pensar no puedo,

mi mente no encuentra razones para levantar la voz
Prefiero no ser un voz fuerte, sino clara
aunque me escuches sólo como un murmullo
mientras veo cómo se desarrolla nuestro juego de ingenio
Y es que los rompecabezas se asemejan a la vida, ¿sabes?

Perder la figura final ni quiero ni debo
Y aunque intente ordenar partes de nuestro presente,
me maravillo de mi propia existencia 
(no sé si tú de la tuya)
mientras mi mundo interior es un rompecabezas
donde agrupo ideas, impulsos, conocimientos,

objetivos y acciones para armar y no desarmar

aunque por momentos lo que yo arme se desmorone

¡Ay! Avanzo hacia la concreción de mis deseos

aunque los míos no sean los tuyos

mientras trato de lograr cohesión y congruencia

entre mi inteligencia y personalidad

al combinar las piezas de distintas maneras

ya que lo que no pertenece a una zona

puede encajar en otra aunque lo pongas en duda

Estancarme no quiero, mas no sé si tú

Pues no todas las fichas son iguales 

Salir de esa inmovilidad es tu responsabilidad

La mía la tengo bien asumida

Y mientras miro detenidamente la parte

en la que me estoy esforzando

para no perder de vista la gran figura final,

trato de disfrutar el proceso

armando de la mejor manera 

el rompecabezas de mi vida 

MARiSOL

Incertidumbre

Una lámina de silencio opresivo
permanece callada por fuerza mayor

mientras mis deudas afectivas ponen en marcha

una falsa protección de palabras inadecuadas

Resignarme no quiero

Entre desengaños decido aceptar finalmente

esta bruma densa, que cual pálpito, 

me ha colocado en una situación incómoda

Mas prisa no tengo en carecer de sosiego

Y mientras contrariedades inesperadas

hacen rápidamente su nido en mí
 quitándome toda esperanza,

horas de inquietud se mantienen impasibles

ante tanta incertidumbre malsana

¡Ay! sólo me queda la opción de una falsa cortesía

Sopeso las palabras de mis propias reflexiones

para no ser más el muro de contención de nadie

Y mientras exijo respuestas coherentes

concentro toda mi atención

entre tu poca cordura y mi mucha dignidad
(¿o es acaso a la inversa?)
aunque nunca ni tú ni yo lleguemos a alcanzar 
nuestra propia gloria
y crucemos solamente nuestras miradas
por ser la triste costumbre de ser un olvido aplazado
vestido sólo de innumerables interrogantes

MARiSOL


 

Burbujas de amor

Mientras yo no consiga descifrar la contraseña

de este presagio favorable o acaso ¿adverso?,

descanso alguno no tendré

Buscarlo en otra parte es inútil

¿Debo culpar a esos pasados devaneos?

No, no quiero aunque cambie de opinión

Procuro, más bien, mantener la calma

ante tanta distracción innecesaria

mientras una tranqulidad turbada

por una infinita melancolía

me anima a sonreir más por dentro

aunque la ausencia de prueba no sea prueba de ausencia,

esa ausencia que disminuye las pequeñas pasiones

mas que aumenta realmente las grandes

Quizá porque ni la ausencia ni el tiempo son nada

cuando se ama desinteresadamente

entre burbujas de amor

Ese amor que no posee ni quiere ser poseído,

sino que sólo da de sí y nada recibe sino de sí mismo

MARiSOL

Soplo de realidad

 

 

Entre la brillante certeza y la oscura duda

se deja ver rauda y eufórica un soplo de realidad ...

allí donde radica la única verdad

vestida de argumentos convincentes

 

Es en la trastienda de mis pensamientos

(cuando nacen verdaderamente del corazón)

donde existe un cándido convencimiento

y donde, por cortos o largos momentos,

 no admite crítica alguna

por proceder de un déficit de amor

 

¡Ay! Incapaz soy de reprimir esta herencia sentimental

aunque un ansia meramente desbordante

con estampas familiares se haga presente

mientras todos mis caminos son recuerdos o preguntas

 

Amargo es el reencuentro con fútiles desenlaces

mientras en mis ratos de descanso despierto 

a lo desconocido ... a lo inalcanzable

cuando realmente me siento débil

 

Mas ¡qué gran oportunidad de cambio!,

cuando me siento valiente

 ante un ansia desbordante de complicidad

entre el instinto y la voluntad

de mi propia realidad objetiva ...

allí donde acaba finalmente por evaporarse

aunque ésta siga existiendo por siempre jamás

 

MARiSOL

En la cuerda floja

Entre la niebla de mis recuerdos y yo existe un pacto tácito

mientras una verdad tangible se mueve sin prisa alguna 

desde tiempos inmemoriales 

o acaso, más bien, ¿desde tiempos inmemorables?

¡Ay! mientras me redefino una y otra vez,

existe una leve diferencia entre el primero,

ese tiempo tan antiguo que no hay memoria de cuándo empezó,

con ese segundo tiempo de cuyo comienzo ya no hay memoria

Mis pasos lentos pero seguros sienten

que algo fundamental se me está escapando en la vida

(esa vida vestida de experiencias y conocimentos),

mientras silenciosa yo como la luna

intento no sólo sobrevivir ante tanta estrechez mental,

sino que trato de recomponer los malentendidos 

del universal idioma del corazón

Y mientras mi idiosincracia e identidad están en la cuerda floja,

mi propia angustia me coloca ante la nada ...

allí donde no ser nada y amar nada, es lo mismo

Quizás es mejor demostrar con hechos el perdón

porque sólo con palabras que se balancean

en la cuerda floja de nuestros pensamientos

o que viven cual herejes en la punta de nuestras lenguas 

no valen absolutamente nada

MARiSOL