jueves, 7 de diciembre de 2017

Hilos deshilachados



Hubiera preferido no quejarme en aquel instante
(ese instante hermoso pero que ya pasó)
cuando me respondías a la luz del reflejo de mi alma
y no te conformabas con ser sólo una huracanada pesadilla
Mas hoy eres sólo un gran paréntesis en mi vida
vestido de una gran soledad que trata de olvidar(me) 
mientras mi memoria es magnífica
de sacar un hilo con otro hilo de mi corazón
Y mientras desplegamos nuestros hilos
en ángulo recto en cada paso que damos
sin alterar la nueva versión de nuestras vidas,
me pregunto si no será que no podemos esperar
a despojarnos de tantas preguntas fútiles
o si no contamos con un ojo más observador
(aquel ojo que no conoce ni de fechas concretas
ni tampoco repara en detalles simbólicos)
¡Ay! y mientras cual hilos deshilachados
vamos identificando uno a uno
los errores largamente cometidos
(esos errores que ya no conviven 
con la indiferencia de tanta sabiduría),
sin querer le damos demasiada importancia
a imaginar siquiera un forzado regreso
ante nuestro propio desconcierto
En un impulso tardío de nuestra actividad humana
somos sólidos y severos con nosotros mismos
 porque cedemos a la presión más oscura
(aunque yo no acierte a leer en tu rostro
las huellas de la tristeza y del desconcierto
porque mi perplejidad se ha convertido en universal),
 mientras una curiosidad vacía de todo perfume me desafía
a la suposición correcta de aceptar aunque no quiera
la repentina irrupción o aparición impetuosa
de nuestro mutuo punto final sin final


MARiSOL
Imagen sacada de Bing




sábado, 2 de diciembre de 2017

Gota a gota






¡Ay! De ese apego y amor que te tuve
sólo quedan restos de una existencia 
donde nuestro futuro no tiene cabida alguna
en ninguna gota de entendimiento 
aunque nos cause extrañeza y nos sorprenda
que hemos comenzado a entender que ...
mientras pongo luz a mis ocuros pensamientos
(y a los tuyos, de paso, también),
el tiempo se ha quedado sin tiempo
dentro de nuestra querida memoria

Aunque paradójicamente suene ilógico,
yo le sigo sonriendo tercamente a la vida
(¿y tú también?)
por más que no consigamos doblegar 
a los recuerdos vestidos de placeres perdidos

Y aunque una mancha insondable tiña
una y otra vez, repetidamente,
los pensamientos de mi corazón
 (¿y los tuyos también?)
yo trato de no preocuparme demasiado por ti
porque el mundo en el que vivo,
no puede suplantar al tuyo para nada

Gota a gota cae la verdad 
para enseñarnos lentamente
que en la vida no siempre se gana,
sobre todo, cuando se vence sin peligro,
quizá porque o sobrepuja a la esperanza
o porque si nada nos separa realmente, nada nos une


MARiSOL