sábado, 29 de diciembre de 2018

El Brindis


Entre el cansancio de muchas batallas internas y la necesidad de tranquilidad espiritual hay un aleteo como una sospecha de una involuntaria consecuencia que se refleja a la orilla de mi vida y quizá de la tuya también mientras en un gesto lento se esfuma intencionalmente un impulso de caos controlado por una incertidumbre previsible, fruto de nuestros diferentes destinos. 

¡Ay! Curiosidad ya no revelan mis indecisiones mientras reconozco la existencia de extrañas casualidades que expresan un equilibrio acompañado de precauciones premeditadas. No sé si a ti te pase lo mismo. Quizá mi ánimo es empezar a dejar de ignorarlo antes que concluyan esos repentinos presagios que están expuestos  a los contratiempos ya previstos. 

"¡Serenidad!"  exclama mi alma (¿y la tuya?) mientras el tono y actitud son responsables de la energía emitida de mi voz. Sé que seré capaz de soportar internamente cada golpe de intuición ... aquél que no es una opinión, sino una certeza. Espero que tú también lo consigas.

Y aunque yo hable sin cesar en susurros y un grito mudo se desgarre de mi dolor diario, reacciono siempre sorprendida por lo que la vida, por lo menos, la mía, me regala, aunque existan tiempos de uniformidad u oportunidades desiguales. 

Pues bien, en este brindis cargado y retórico que hago contigo ya cuando falta poco para que arranquemos del todo las hojas de otro calendario más de vida, gotitas de esperanza se dejan ver aunque el temor vaya de su mano y de la mía también porque ambos nacen juntos y juntos mueren. 

Alzo mi copa junto a la tuya para brindar por lo impredecible, por lo impronosticable y también por todo aquello que ya está dicho pero ¿que ya no podemos cambiar? ¡Ay! Tu identidad y la mía no sé si estén en juego pero cambiemos para mejor cuando surja una posibilidad de cambio, ¿te parece? De ti depende como de mí también. Yo ya lo dije todo  aunque más de una vez me haya contradicho, ¿y tú? Mejor callo. Brindemos, más bien, por nuestro nuevo año de vida.

MARiSOL

domingo, 9 de diciembre de 2018

En voz alta



Y mientras todo empieza de nuevo,
un encanto interminable por la vida
va rumbo hacia lo desconocido
mientras lo suponemos maravilloso

Al final, la fuerza de la costumbre
ha ido debilitando los anhelos y sueños
de nuestra olvidada niñez
mientras un objetivo irrenunciable,
no logrando convencer a nadie,
sigue avanzando hacia adelante
de manera inexorable con los brazos extendidos.

¿Podrían palabras mágicas modificar
el destino merecido? La duda queda
Pues, entre lo imprevisible y determinado
existe un leve soplo cómplice
Mas ir contra el propio destino no se puede
 ¡Ay! lo que ha de suceder, sucederá

Mas nada está perdido
si se tiene el valor de proclamar en voz alta
que lo perdido está perdido
y debemos empezar de nuevo
Todo comienzo tiene su encanto
No desaparece nunca, ni siquiera con un final


MARiSOL



 

jueves, 6 de diciembre de 2018

Al descubierto





Y todo queda nuevamente al descubierto
en este espacio cruzado de sueños y pesadillas
llamado mágicamente: Vida
Aquélla que guarda una estrecha relación
entre la mía y la tuya 

 ¡Pues sí!
Sin heridas ni reproches
pretende huir un silencio sepulcral
de ti y también de mí
 pidiendo atenta prudencia
en las palabras aún no dichas
mas no olvidadas por el tiempo perdido
quedando desnudo, al descubierto

¡Ay! sin ironía alguna
la vida tuerce, cuando quiere, los destinos
Aquéllos que merecemos tener
mientras denuncian nuestras tristezas y alegrías

Acaso, ¿creer fielmente en el sentido común
es la primera equivocación de sentido común? 
¡Quién sabe!
Mas darle la espalda a esta pregunta
ni debo ni quiero
aunque me provoque hacerlo

En ese ir y venir de ideas reales y surreales
transitan rápidamente nuestros pasos
mientras trascurren nuestras vidas
Se abren paso y al echarse a andar 
dentro de nuestra implacable fantasía
la realidad, la tuya y la mía,
 ha quedado una vez más al descubierto



MARiSOL



Obra: "Mujer de espaldas" 
del pintor belga surrealista Paul Delvaux  (1897 - 1994)