No sé con certeza absoluta si este don sobrenatural que conoce por inspiración divina mi vida futura, anuncie una revelación que ha de suceder o si un razonamiento se encuentre ligado a un resultado predicho o a una exaltación reverenciada a través de los tiempos ... esos tiempos que afilan despreocupademente las agujas del reloj aunque éstas se hallan quedado sin cuerda porque cuando el reloj
se detiene es cuando el tiempo regresa a la vida .... la mía, quizá porque mis propias ideas no le temen ni a la luz ni a la oscuridad de mi propia profecía, ¿o me equivoco?
No sé si yo sea sólo un designio de Dios enterrado en mí que necesita ser exhortado o destruido porque no deseo que ocurran los hechos ya que no me resultan sólo inverosímiles como para borrarlos de mi memoria, sino porque ella es magnífica tanto para querer olvidar como para querer expulsar aquellos pensamientos que no debo ocultar para no convertirme en un mecanismo sólo enterrado en mí. Y mientras un pesado y húmedo silencio, vestido de una cruel indiferencia, se cierne sobre mí, hoy me encuentro cotejando, ante una aparente imparcialidad, entre la prediccón y la realidad aunque tú no quieras ser parte de mi oráculo.
MARiSOL
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