domingo, 19 de febrero de 2017

Irrealidades




Mientras dejo aquí mis palabras en un orden cualquiera 
(¡Qué más da!)
y entre renuncias y despedidas me obstino en reconstruir lo perdido,
quizá para hacerlo más fecundo porque me resulta necesario,
una aprensión compartida aumenta, por momentos,
mi vida y la tuya frente a la verdadera vida

Y aunque me encuentre escuchándote displicentemente
en medio de la vida que nos separa
y un confuso pacto de palabras no dichas se haga presente,
me basta sólo cerrar los ojos ante lo perdido
para darme cuenta de quiénes somos nosotros dos

Respiro confundida, mas ni trágica ni loca estoy
Sólo pienso en voz alta mientras tú guardas silencio

Y mientras trato de gritar tu amado nombre
sólo me sale un jocoso ronquido relleno de irrealidades
¡Ay! en estas circunstancias rememoradas
me siento, por momentos, menos triste
quizá porque a partir de este instante
un desapego hace oídos a mi propia inutilidad
y ante la tuya también aunque así no lo quieras

¡Qué mala costumbre es esto de apegarme a los acertijos!
Y mientras un sistema de principios fútiles e insustanciales
me dan la cara con franqueza admirable,
ni tú ni yo cargaremos nunca con alguna culpa
aunque una imprudencia temeraria se haga presente
con sus sórdidos cálculos a manera de castigo
y desee que yo vuelva a perderme
entre murmullos inteligibles
mientras tu filosofía de vida yo no la entienda  del todo

Quizá deba sólo concentrarme en lo básico
porque entre los dos no hay más bordes definidos
aunque los prejuicios nos vayan matando lentamente
y todo porque no hay llave alguna que cierre o abra nuestro tiempo
para unir, una vez más, nuestras vidas ni ahora ni nunca
porque hablamos dos lenguajes diferentes
y todo porque no todo lo que se ama se desea
ni todo lo que se desea se tiene que amar necesariamente 



MARiSOL





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