Por un asunto de mera convención
celebro mi inocencia o pureza interior,
quizá porque la fuerza de todas
es un corazón inocente libre de culpa,
sobre todo, cuando no necesita explicarse
mientras resuelve las cuestiones díficiles de la vida
Deberíamos suscribir entre todos
convenios, acuerdos o pactos
contra la indiferencia y desidia
(esencia de la inhumanidad)
para protegernos de tanto desamor
¡O quién sabe!
para protegernos de nosotros mismos
¡Cuán absurda y dolorosa puede ser la realidad!
Por suerte existen aún personas
con grandes dosis de fe y esperanza
en medio de tanta ceguera espiritual
Tienen el anhelo de extenderse
en tiempo y en espacio
mientras nuestra inocencia se vuelve inmortal
y no sólo en nuestros sueños
así éstos sean sólo un arte poético involuntario
Y mientras la inocencia emerja
con majestuoso movimiento
desde las profundidades del alma
nadie podrá hundirnos en la oscuridad
así seamos como la Luna
que a nadie enseña su otra cara ...
esa cara convertida en una careta
porque se mira mucho a sí misma
Desde tiempos inmemoriales estamos aquí
alimentando no sólo a nuestra fantasía
para que permanezca siempre joven
(lo que no ha ocurrido jamás no envejece nunca)
y para generar también admiración ante lo bello
(aquello que es inteligible sin reflexión)
Y mientras me asalta un estremecimiento
cuando pienso cómo un hombre juzga a otro,
exterminar mi inocencia no quiero
No es ni un simple pasatiempo
ni tampoco impasible me quedo ante su presencia
Es imprescindible salvarla
porque mi alma y la tuya la reclaman a gritos
Nadie nos la puede arrebatar
Así otros dicten la fecha de su caducidad
MARiSOL