En esta tierra de ingratos nadie sabe para quién uno trabaja
ni aún con el auxilio de nuestros recuerdos
así una obsesión tardía se divise en el horizonte
de nuestras biografías llenas de lagunas
Cuando las buenas estrellas se niegan a brillar
es porque tienen muchas penas a cuestas
¡Ay! son como cadenas donde ni me salvan el pellejo
ni pueden reemplazar a la brutalidad exterminadora del hombre
No sé si estar a salvo de intrigas o tirar la toalla
¿Y si lo hiciera a tiempo es un acto de sensatez o estupidez?
Mas, destruída no estoymientras haga
un pacto de paz conmigo misma
¿Y si todo es en vano?
Mientras me oponga y alegue cómo frenar violentas actuaciones
y lo más sensato sea protegerse de toda acusación falsa,
un sentimiento de lealtad
no podrá ser expulsado de mi alma
así la fuente de la felicidad esté oculta
a la vista de todos
Aquí me encuentro abriéndome camino a golpe de espada
mientras mi cuerpo se hunde en un fango de incertidumbres
Desertar no debo aunque, por momentos, esté extraviada
en este laberinto de sentimientos encontrados
donde unas veces, los siento en la piel,
otras los veo con los ojos
o simplemente me laten en el corazón
Entre la espesura de mis dudas y expectativas
bordeo la costa de la realidad del mundo
mientras no sé si llegaré sana y salva a la orilla de mi vida
Mas correr no quiero en este laberinto de calles y encrucijadas
para evitar finalmente
que no sólo mi propia velocidad me confunda
sino que no pueda acertar con la salida...
esa salida donde me espera con los brazos abiertos
el sentido de la vida
MARiSOL