jueves, 23 de mayo de 2024

Dignidad

 


Cuando una porción de mi propio paraíso me pide

con ademanes ceremoniosos

no abandonarla nunca,

quizá deba aliviar su dolor y el mío también

mientras la vida se mueve con ese vaivén

de vientos impredecibles y un tanto mezquinos

para eliminar de raíz cualquier atisbo de dignidad

 

¡Ay! Mientras una resignación se oculta de miradas codiciosas,

no sabe si dejar notar su desconcierto frente al destino

porque, a menudo, lo encontramos sin querer queriendo

por los caminos que tomamos para evitarlo 

 

Definitivamente la vida es generosa, breve y frágil

Es como asomarse a un abismo de nubes

 llenas de infinitas cicatrices abiertas 

Será porque la felicidad no es más que un sueño

y el dolor es la realidad...

esa realidad que tiene la absurda costumbre

de dejarse envolver por el encanto de las dificultades

mientras soporta cualquier penuria

con sus engañosas trampas y malditas desdichas


Para lograr vivir de pie y sin aspavientos

debo reforzar mi fuerza de voluntad y hacerla poderosa,

 mientras un particular silencio vestido de rumores me recuerda

que incluso en los peores momentos 

y no importando a donde vaya, 

es importante preservar la memoria 

(hasta de los irreverentes e incrédulos)

para recordarnos que la vida es hermosa

teniendo siempre presente el nivel de la dignidad 

muy por encima del miedo


MARiSOL