Sin mayor gloria y sin certeza alguna
mi imaginación me lleva siempre al sur...
a ese sur vestido de luz y calor humano
del cual me marché con el puño cerrado
y hoy vuelvo con la mano abierta
en medio de días interminables
y resistentes al olvido
No sólo mi corazón es mi campo de batalla
sino también es un territorio en litigio
mientras se mueva entre la cordura y la locura
(cual países limítrofes)
¡Ay! Son como fronteras imperceptibles
donde mi corazón sólo puede decidir
sobre su uso y destino
Mas nunca sabré a ciencia cierta
si me encuentro en el territorio equivocado
y nunca debí dejar mi punto de partida
Y mientras mi corazón sea una delicada mancha rojiza
y se deje ver a través de la oscuridad de mi alma,
el desorden y el caos
se darán siempre la mano
para llevar en su culpa la pena
tal vez porque una asombrosa fragilidad escarba
las entrañas de mi propia existencia
para perpetuar mi memoria...
esa guía más valiosa que el genio y la sensibilidad
Indisolublemente estoy ligada a mi raíces
así ellas nunca hayan sido de una sobrecogedora belleza
mas si pueda yo, hasta el día de hoy,
nombrar una a una
las pequeñas maravillas de mi infancia...
allí donde radican las raíces profundas de mi ser
MARiSOL