Mientras mi querida juventud se escurre
entre la mirada esquiva de mi propio tiempo
(ese tiempo poblado de distintas etapas de desarrollo),
tengo yo la profunda convicción que no debo
ir en busca de absurdas desilusiones
¡Ay! Admitir conocidas exclamaciones
de dolor, de sorpresa o de terror, ¡no quiero!
Y mientras el paso del tiempo sea inevitable
y se muestre, algunas veces, disidente conmigo,
veo yo que él nunca estará lejos ni de ti ni de mí
Allí se encuentra él, agazapado y escondido
entre mis arrugas y las tuyas
de nuestras caras, mas no de nuestras almas,
para seguir admirando en silencio a esa juventud perdida
que ni se rinde, ni capitula, ni claudica, ni sucumbe
porque se deja ver con elegante discreción
a través de los ojos del corazón ...
ese corazón que tiene la edad de todo aquello que ama
MARiSOL
Imagen sacada de Bing
ese corazón que tiene la edad de todo aquello que ama
MARiSOL
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