Mientras mi amor te consuele
como el bello resplandor de la luna,
te recuerdo que tú no pierdas tu tiempo
ni en llorar por lo que se fue
ni por lo que está por venir ...
ese porvenir donde yo coloco,
sin ninguna mala intención, mis sueños
aunque éstos se quieran quedar dormidos
para no tener que verte sufrir
¡Ay! Soy tu esplendor, tu fulgor, tu resplandor ...
aquél que me habita por dentro
para cubrir con mis mensajes crítpicos de luna llena
tu alma plagada también (igual que la mía)
de símbolos, signos y señales
que yo no puedo ni quiero ignorar
aunque, por momentos, me espante
de mí misma o también de ti
Mas aunque mi cerebro ciego te juzgue,
muchas veces, de manera equivocada
muchas veces, de manera equivocada
la voz de mi corazón te seguirá hablando
a través del tiempo ...
ese tiempo mío, que yo sola escojo,
quizá para ganar tiempo
del poco tiempo que nos queda
porque él bien sabe que mi corazón
no sólo tiene motivos que mi razón ignora,
sino porque logra ver con claridad al niño herido
que llevas tú, desde siempre, por dentro
y que espera lo que más desea:
cubrirte con mis heridas vestidas de resplandor
MARiSOL
