Entre mis circunstancias y experiencias de vida
yo cosntruyo, disciplinademente, mi aquí y ahora
sin importar el lugar donde me encuentre ...
ese lugar incierto donde la muerte espera
por mí, por ti ... por todos
Perderme del presente no quiero
aunque, por momentos, me sienta perdida
dentro de un laberinto de emociones encontradas ...
ese laberinto donde voy corriendo
en distintas direcciones
mientras mi propia velocidad me confunde
y me pide ser más lenta en mi accionar
Y mientras no pretendo sustituir
el amor por mi propia vida,
agradezco lo que tengo y por la plenitud
del ahora aunque me resulte doloroso en parte
y me resulte pesada como una cruz sobre mi espalda
Mas así mi futuro se vea incierto
y lleno de muchas incertidumbres
(ésas que quieren vencerme de antemano
y hacerme dudar de mí misma),
no debo dejar de lado mi propósito interno de vida:
no impulsar el mal, sino el bien
Y aunque, más de una vez, mis pies vayan sin rumbo
sobre mi largo (¿o corto?) camino de vida,
me voy dando cuenta que, por ningún motivo,
debo renunciar ni a mis objetivos externos
ni tampoco a no tener una hermosa calidad de conciencia ...
allí donde la presencia de Dios se hace presente
mientras yo hago, por fuerza mayor, de testigo, fiscal y juez
de mi propia vida y rumbo escogido
MARiSOL
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