Aunque una sensación de vacío se abra tercamente
dentro de mi pecho sufriente y adolorido,
debo esforzarme en aceptar aunque no quiera
que hay un poder superior inmutable que me supera
porque aunque Dios no hable, todo habla de Él
Quizá deba hacer derrumbar a mi falso yo
para darle espacio a mi verdadera naturaleza
y dejar así que mi conciencia
(allí donde la presencia de Dios se hace presente en todos)
permanezca siempre en estado puro
mientras a aprendo a mantenerme en paz
conmigo misma en mi mundo interno
(allí donde ni el tiempo ni la muerte existen)
Y aunque, algunas veces, esta experiencia sea casi palpable,
la mayoría de las veces mi verdad espiritual
se mantiene todavía alejada de mí
Poco a poco, aprendo a descifrar los códigos del universo
mas no con la mente, sino con el corazón
porque éste tiene muchas más razones valederas
para reconocer la existencia de ese poder superior
que ese sol severo, llamado razón,
nos ilumina pero ciega
MARiSOL
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