Mientras yo dibujo una sonrisa en tu bello rostro de niño,
tú respiras confundido no sólo porque ya no te busco como antes,
sino porque mi ahora es como un aire pesado,
como un perfume viejo o, si quieres, voy más lejos .....
me siento como un silencio milenario
porque no pretendo traicionar ni a los buenos ni malos recuerdos
Créeme que ya no me muerdo los labios de dolor como antes,
porque aunque el dolor sea inevitable,
el sufrimiento resulta ser sólo una opción a tomar.
Y de él ya no quiero más beber.
Y aunque tú me busques en la oscuridad de tu alma
y yo llegue cual sirena a la orilla de tu vida,
seguimos cada uno de nosotros viviendo
detrás de su propia vitrina ...
ese escaparate, armario o caja con tapas o puertas de cristal
donde exponemos en carne viva. cual almas gemelas,
sin querer o a propósito,
nuestro amor lealmente eterno
MARi SOL
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