Mientras descorro las cortinas de mis pensamientos, las agujas de un reloj cualquiera marcan mis pasos, aquéllos que caminan de atrás para adelante y viceversa mientras me pregunto en qué parte del sendero de mi vida se encuentra Dios. ¿Al principio o al final? Y mientras grandes nubarrones cubren mi cielo yo te pregunto si el amor es tan profundo como la eternidad y tan misterioso como el universo. Y mientras el tiempo es una parte pequeña de la eternidad, el universo transforma todos los días nuestros deseos en realidades si así lo queremos .... esas realidades que palpitan al compás de nuestros corazones por más vanas y efímeras que éstas sean mientras el amor se deja ver siempre entre la luz y la oscuridad para evitar así que la silueta de Dios, de una nitidez asombrosa, no viva sólo en las tinieblas de nuestras dudas. Sigo caminando aunque me encuentre lejos de ÉL, menos lejos de mi propia verdad y más cerca del infinito prejuicio de mi propia ignorancia.
MARiSOL
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