jueves, 9 de marzo de 2017

Pensamientos navegantes




Entre conocer y saber hay una diferencia 
lo suficientemente importante 
que me hace tomar conciencia
que no debo imaginar falsedades
no sólo porque éstas se oponen a mi verdad,
sino porque, sin lugar a dudas,
 pueden llegar a contradecirse entre sí. 

¡Ay! ¿Por qué será que cuando me precipito al precipicio 
de mis locas y distraídas ideas de color azul oscuro,
 aumenta mi aprensión o escrúpulo?  

Tal vez porque ese recelo que siento, 
por momentos, hacia ti, me atemoriza
Contagiarme de esa permanente oscuridad 
que te habita, no quiero
Y sin embargo ....

Cierro los ojos para borrar la expresión de lo inexplicable. 
Y mientras en toda su dimensión tu sombra se agranda, 
yo siento que el tiempo se arrastra entre los dos
lentamente, de manera interminable,
quizá porque el pasado nuestro es una colección
persistente de sólo sueños dormidos

Una necesidad de respirar se hace presente 
en este período de tiempo tan breve
quizá porque yo no estoy más dispuesta a contradecirte
mas tampoco a darte siempre la razón
mientras en las tinieblas de mi imaginación
me esfuerzo por hablarte más directamente 
que a plena luz del día

Y mientras mi alma vestida de forzados olvidos
baila en la punta punzante de mi lengua inquieta, 
yo te miro, desde lejos, de reojo 
y al compás obligatorio
de una incógnita poco confiable
(la mía propia),
mientras mis pensamientos navegan,
una vez más, hacia ti
aunque tú me lo prohíbas


MARiSOL



Obra de Christian Schloe