martes, 21 de enero de 2014

La invisible





La melancolía ha llegado de puntillas a mi alma y mientras ella invisible va dejando  sus huellas profundas dentro de mí, siento que me estoy llenando de ausencias. ¿Será cierto que la melancolía es la felicidad de estar triste? Quizás sí, quizás no. Más bien, pongámonos de acuerdo. Ni yo la resto ni tú la sumas. ¿O es acaso viceversa y no me doy cuenta porque no quiero? Será mejor que a la melancolía la trate como a un recuerdo... como a ese recuerdo doloroso que no debo ignorar aunque quiera. Tal vez sea lo mejor elaborarla para no matar la esperanza ... esa esperanza que  sostiene las ganas de vivir de mis sueños.


Marisol