"¿Será cierto que el vacío es el sin sentido de la vida?
o es acaso, ¿la existencia del sin sentido?"
Esta pregunta tuya, querido, no me suena
ni a lamento ni a súplica
ni tampoco a reproche.
Más bien, tiene un gusto dubidativo
entre nuestra propia fe e incredulidad
mientras nuestros pensamientos,
llenos de preguntas,
no sólo nadan entre las olas
de nuestras copas de vino
y de nuestro pasado, presente y futuro,
sino que éstos nos evocan
a nuestras acciones exteriores
y a nuestras intenciones internas del día a día.
"¿Será posible que este vacío, por más que lo quiera llenar de amor, se ría no sólo de nosotros, sino de nuestros éxitos y fracasos, sobre todo, cuando los éxitos se reviven como fracasos y los fracasos como falsos éxitos?"
¡Ay! Mejor no agobiarte más
y hacer un brindis por los dos
y también por lo cotidiano ...
ese transcurrir habitual de un día cualquiera
en la vida de unas personas tan simples como tú y yo
mientras nos levantamos a un cierto horario
para darle nuestra mejor cara
a nuestros rituales rutinarios
aunque la misma vida nos interrogue
últimamente más de la cuenta.
Marisol
Imagen sacada de bing
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