Mientras mis ojos no duermen,
lanzo una plegaria al cielo
vestida de paloma blanca
que vuele hacia donde tú te encuentres.
¿Será cierto que la felicidad
- por lo menos, la mía-
no es un ideal de la razón,
sino, más bien, de la imaginación?
No sé cual sea tu respuesta.
Quizás callas porque sabes que...
Mi corazón te seguirá hablando
ahora, mañana... siempre.
No sé cual sea tu respuesta.
Quizás callas porque sabes que...
Mi corazón te seguirá hablando
ahora, mañana... siempre.