¡Cuánta ternura en nuestras miradas!
El cariño cotidiano... ¡lo extraño tanto!
Alegrías y tristezas compartidas...
Y yo aquí quedo solitario... sin ti.
Un soñador yo era y tú aún más.
¡Ay! me robaste el corazón.
"Las cataratas del paraíso" esperaban por ti
y fueron, al final, sólo conquistadas por mí.
¡Cuántos hermosos proyectos realizados!
y cuántos otros quedaron a la vera de nuestro camino.
Y, sin embargo, aprendimos juntos
a renovar nuestras ilusiones día a día
disfrutando de los pequeños detalles. ¡Qué lujo!
Por ti - y a través de ti- sigo yo aquí
(con paso vacilante e inseguro)
descubriendo el sentido de la vida.
Y hasta aquí he llegado para decirte
-ahora, mañana y siempre-
¡Te quiero mi querida niña aventurera!
Marisol
"Las cataratas del paraíso" conocidas también
como "El salto del ángel" quedan en Venezuela.
Imagen sacada de internet.