Mientras una irremediable ambigüedad,
una condena moral, un sutil engaño
y una delicada sensibilidad a flor de piel
me hacen cosquillas en el corazón,
el tiempo me recuerda
que solamente existe una sola verdad.
Y es que cuando las palabras
se encuentran lejos de los hechos,
prefiero, más bien, estar mirándome por dentro
mientras guardo absoluto silencio.
Es así como este extraño monólogo
toma su equipaje de sentimientos
y sale de viaje por un tiempo...