No sé porqué últimamente miro insistentemente al suelo
como si, bajo mis pies, buscara un tierra perdida ...
esa tierra que nació para ser pedestal
(¿Y si fuera un sepulcro?)
Lo importante es no perder el contacto
con el asfalto (otros lo llaman realidad)
Sólo así tendremos una idea aproximada
de la verdadera estatura de nuestras almas
Cuando aquella pieza redonda, llamada cabeza,
permite a nuestros pensamientos cambiar de dirección
mas hoy está metida entre mis hombros
con la vista pegada al suelo, por fuerza mayor,
me pregunto qué es peor
si lo que he visto bien, pero dudo de lo que he visto,
si lo que he visto mal, pero creo haber visto bien
o si no he visto nada y aseguro haber visto todo
¡Ay! Si bien no entiendo, por momentos, la vida,
me pregunto cuál es su finalidad
¿No será cierto que el hecho que la vida
no tenga ningún sentido
es por estar cubierta, muchas veces,
de pura palabrería y frenesí desbocado?
¿O será ésta la única razón para vivir?
Tal vez deba sorprenderme y extrañarme más
para empezar, realmente, a comprenderla
en toda su grandeza
así como cada persona forja la suya propia
¿No es mejor morderme los labios y callar
sobre lo que no puedo o debo hablar
para no ser esclava de mis propias palabras
o de lo impronunciable?
Y aunque a solas sea yo alguien
y en la calle, nadie,
veo que la incertidumbre es como una flor
cuyos pétalos nunca se terminan de deshojar
Y mientras éstos van cayendo,
siento que mi fe en la humanidad tambalea
hasta tenerla, así no quiera, finalmente
bajo mis pies
MARiSOL