jueves, 20 de junio de 2024

Bajo mis pies

 


No sé porqué últimamente miro insistentemente al suelo

como si, bajo mis pies, buscara un tierra perdida ...

esa tierra que nació para ser pedestal

(¿Y si fuera un sepulcro?)

Lo importante es no perder el contacto 

con el asfalto (otros lo llaman realidad)

Sólo así tendremos una idea aproximada 

de la verdadera estatura de nuestras almas

 

Cuando aquella pieza redonda, llamada cabeza,

permite a nuestros pensamientos cambiar de dirección

mas hoy está metida entre mis hombros

con la vista pegada al suelo, por fuerza mayor,

me pregunto qué es peor

si lo que he visto bien, pero dudo de lo que he visto,

si lo que he visto mal, pero creo haber visto bien

o si no he visto nada y aseguro haber visto todo

 

¡Ay! Si bien no entiendo, por momentos, la vida,

me pregunto cuál es su finalidad 

¿No será cierto que el hecho que la vida

no tenga ningún sentido

es por estar cubierta, muchas veces, 

de pura palabrería  y frenesí desbocado?

¿O será ésta la única razón para vivir?

Tal vez deba sorprenderme y extrañarme más

para empezar, realmente, a comprenderla 

en toda su grandeza

así como cada persona forja la suya propia

 

¿No es mejor morderme los labios y callar

sobre lo que no puedo o debo hablar 

para no ser esclava de mis propias palabras

o de lo impronunciable?

Y aunque a solas sea yo alguien 

y en la calle, nadie,

veo que la incertidumbre es como una flor

cuyos pétalos nunca se terminan de deshojar

Y mientras éstos van cayendo,

siento que mi fe en la humanidad tambalea

hasta tenerla, así no quiera, finalmente

 bajo mis pies

 

MARiSOL