sábado, 21 de octubre de 2017

Alma inquieta



¿Será cierto que soy un producto inevitable
de mis propias ideas románticas? 
Quizá yo sólo soy el vórtice 
de un torbellino cualquiera
de pensamientos rojamente impuros
que tienen la mala costumbre
de cantar sobre mojado
o quizá soy el símbolo de una realidad
vestida de inútiles nostalgias
que procuran corregir el destino
de mi propia realidad exasperada
antes que ésta se evapore
entre mis tres tiempos

Y mientras un sonido profundo
resuena entre ceja y ceja,
yo caigo en cuenta, sin querer,
que puedo sobrevivir, por suerte,
 de manera intemporal
entre el triunfo y el fracaso
ante mis propias limitaciones
mientras renuncio a conciencia
a las expectativas irreales,
aquéllas que se someten,
por momentos infinitos,
a dolores residuales
de ilusiones pasadas

Perder el ahora, no quiero, Diego
Solamente disuelvo la infelicidad
mientras escribo estas letras
para entender del todo
la realidad de mi alma inquieta:
mi querida memoria, llamada Frida,
magnífica para no olvidar(te) 


MARiSOL