A duras penas dejo ver lo que mi corazón siente
mientras mi memoria se mueve en tres tiempos,
entre la infancia, juventud y vejez de la vida ...
esa vida que clama ser mía y que reclama paz ...
esa paz que me pide voluntad férrea
para lograrla conquistar a pesar de todo
quizá porque no hay más mensajes claves que descifren
con exactitud clara y precisa los latidos de mi abatido corazón
Y aunque a duras penas, en este momento,
le cante y le ría a la vida,
soy la sobreviviente de un naufragio futuro ...
allí donde, a duras penas, queda hundida,
entre pesados recuerdos y livianos olvidos,
una desazón cubierta de disgustos y descontentos
y recubierta de contrarierades y contradicciones
Y mientras trato de rescatar sabias respuestas
porque las preguntas quedan aún suspendidas
al otro lado del mundo (ese mundo que ya no es el mío)
mi alma florece sólo allí entre fracasos programados
mientras que aquí mi vida está en sabio orden
¡Ay! Aunque, a duras penas, divise yo a lo lejos
la hora justa de mi propio éxito,
sigo yo adelante en línea recta y no en círculos
sin arrastrar los pies y con la cabeza en alto
mientras me abrazo tercamente a la vida (la mía)
vestida de más halagos que sólo de críticas
Mas aunque, a duras penas, te entienda,
mi corazón siempre alcanzará a tocar el tuyo
mientras yo observo en silencio, querida ausente,
lo que haces tú de tu vida
y lo que yo aspiro a seguir haciendo de la mía
MARiSOL
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