jueves, 22 de enero de 2015

Armonía


¡Cuántas discordancias se aglomeran ante la armonía! De rodillas caen para venerarla. Y mientras entre la tierra y el cielo la armonía se vuelve música, yo hago equilibrio  entre la que soy y nunca seré, porque alguien me ha dicho que Dios no ocupará su tiempo tratando de descifrar mi destino. Será porque Él espera que yo aprenda a no ver la armonía como algo que viene dado, impuesto desde que nacimos, sino que debe conquistarse día a día para aprender a limpiar de nuestro camino aquellas piedras que nos hacen tropezar, por un lado, entre lo que decimos y, por el otro, en lo que hacemos.


MARiSOL




Imagen sacada de Bing