jueves, 8 de mayo de 2014

El cerrojo



No te encuentro por más que quiero.
Sólo percibo una sombra lejana, difusa,
compleja, de señales dudosas.
Mi fe está en peligro.
¿Por qué me resigno a ser realista?
¡Ay! he perdido la llave.
¡No sé cómo abrir la puerta de lo impensable!
Por algún motivo inexplicable
pienso en la posibilidad 
de hacer posible lo imposible.
Mas ¡ya no sé qué pensar! 

Marisol