Quizás sea cierto que los deseos no se piden,
más bien, lo que se pide es el objeto del deseo.
Pero qué difícil es vivir a plenitud los deseos.
Es de valientes llegar a conquistarlos.
Quizás sea cierto que la vida no está hecha de deseos,
pero sí, más bien, de los actos de cada uno.
¿Soy más pobre o más rica si limito mis deseos?
No lo sé. ¡Y qué importa!
Dejo que la fantasía y la razón vayan de la mano
para crear la fuente de mis deseos
y para no dejar morir de sed
a este loco corazón mío vestido de esperanza.
a este loco corazón mío vestido de esperanza.
Marisol
Imagen sacada de