Mientras las dificultades levantan muros
ante nuestros ojos desolados,
trato de entender la vida con sencillez
así haya una respuesta que no llega
y no emerge al aire preso de libertad
¿Sera cierto que no logramos escapar
del laberinto donde nuestras existencias convergen
de pormenor en pormenor
mientras los ecos del ayer se quedan huérfanos
y en silencio?
¡Ay! Por momentos me veo haciéndole frente al olvido...
a ese olvido que nos recuerda
a no seguirle los pasos
ni a la obsesión ni a la locura
Y aunque nos sintamos perdidos,
tratemos de encontrarnos entre el sueño y la vigilia
mientras transcurrimos por laberintos
de insólitos desvíos
así nuestra propia velocidad nos confunda
y nuestra brújula de vida oscile entre dudas
cargadas de alegrías y tristezas.
Siempre voy a la búsqueda de un sobrio equilibrio
así tambalee en el intento
y pensando que nunca habrá una democracia universal
y sin globalización que la limite
¡Ay! Pues esta última está provocando
no sólo un obsesivo afán de identidad,
sino también muchos enfrentamientos
entre unos y otros
porque al parecer la dignidad de la vida humana
se perdió en el camino
por haberse roto en mil pedazos
la brújula de la vida
MARiSOL