Mientras mi intuición se desliza
entre las sombras y la luz del tiempo
(¿o acaso es su espíritu invencible?),
veo que no hay combates de por medio
Sólo palabras que dejan huellas
entre realidades manipuladas
y fantasías ciegas de razón.
Mientras mi intuición revuelve
nombres y apellidos falsos,
una voz ausente los baraja como naipes,
pero no sobre una mesa cualquiera,
sino sobre la memoria del desierto
que sediento se oculta tras sombras
para no dejar ver el As de corazones
que lleva bajo la manga a plena luz.
Mientras mi intuición ciega de verdades,
no siente cólera al ver al Amor
suspendido en el tiempo
(ese tiempo sin comienzo ni final),
alguien invisible ha comprado dos sillas,
una para ti y otra para mi intuición
ya que sobran las palabras.
MARISOL
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