¿Será cierto que la libertad es sólo un sueño, ese arte poético involuntario al que todos estamos expuestos y que, por momentos, no entiendo desde que descubrí que soy libre por dentro aunque por fuera sea prisionera de mis propias convicciones?
¿Será cierto que si dejo volar mi imaginación cual pájaro para liberarlo de la cárcel de mis manos, esas manos productoras de palabras que utilizo como herramientas para manipular mi realidad, esa realidad, que en el fondo, no tiene nada de cierta porque no tiene nada que ver con la tuya, pueda yo entender la felicidad en toda su dimensión, esa dimensión donde va unida mi tristeza con la tuya para convertirla en alegría por fuerza mayor para seguirle sonriendo a la vida?
¿Será cierto que tú y yo somos el resultado de nuestros propios pensamientos, esos pensamientos que nacen con el corazón y que nos alimentan el alma para sentirnos héroes de nuestras propias batallas?
¿Será cierto que no hay respuestas y sólo un silencio impuesto por la vida para podernos escuchar mejor por dentro, allí donde al sumergirnos tratamos de entender nuestro corazón y mente sin importarnos lo que hemos logrado hacer de nuestras historias de vida, sino de lo que aspiramos a hacer de ellas?
¿Será cierto que soy valiente porque mi imaginación me impide ser cobarde? No sé. Leer el futuro no puedo. Huir hacia atrás no puedo y ¿hacia adelante? Tampoco porque me encuentro a la búsqueda de mi propio destino.
¿Será cierto que si dejo volar mi imaginación cual pájaro para liberarlo de la cárcel de mis manos, esas manos productoras de palabras que utilizo como herramientas para manipular mi realidad, esa realidad, que en el fondo, no tiene nada de cierta porque no tiene nada que ver con la tuya, pueda yo entender la felicidad en toda su dimensión, esa dimensión donde va unida mi tristeza con la tuya para convertirla en alegría por fuerza mayor para seguirle sonriendo a la vida?
¿Será cierto que tú y yo somos el resultado de nuestros propios pensamientos, esos pensamientos que nacen con el corazón y que nos alimentan el alma para sentirnos héroes de nuestras propias batallas?
¿Será cierto que no hay respuestas y sólo un silencio impuesto por la vida para podernos escuchar mejor por dentro, allí donde al sumergirnos tratamos de entender nuestro corazón y mente sin importarnos lo que hemos logrado hacer de nuestras historias de vida, sino de lo que aspiramos a hacer de ellas?
¿Será cierto que soy valiente porque mi imaginación me impide ser cobarde? No sé. Leer el futuro no puedo. Huir hacia atrás no puedo y ¿hacia adelante? Tampoco porque me encuentro a la búsqueda de mi propio destino.
MARISOL
Imagen sacada de bing
