En esta Navidad tengo ganas de creer en ti.
Y, sin embargo, la duda sigue cubriendo mis ojos.
¿Será que creer es más fácil que dudar?
Una vez más no logro verte dentro de mi alma.
Te busco en mis noches de insomnio
y no te encuentro por más que me esfuerzo.
Tal vez no deba comprenderte, sino sentirte.
Y no ceñirme a ninguna religión.
Pero, ¿por qué no creo en ti?
Sé que mi fe, del todo, no es completa.
y yo me pregunto si acaso deba serlo.
Mi error, quizás, radica en racionalizar mi fe.
En este momento quiero alimentar mi espíritu...
alimentarme de ti hasta reventar de felicidad.
Una vez más te sigo buscando...
en estas líneas que salen escritas
desde la esquina más oscura de mis pensamientos.
Regálame de tu luz para poder ver mejor
mi camino de vida... para poder llegar a ti.
Marisol
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