Mientras la vida nos enseña a leer entre líneas
no todos somos capaces ni de interpretarla
ni menos de tener la habilidad de abrazarla
¡Ay! No todos captamos su mensaje oculto,
ése que nos remite a Dios
Y aún siendo Él una evidencia invisible
no es más que una palabra para explicar el mundo...
ese mundo que no fue hecho en el tiempo,
sino con el tiempo
para no insultar a la carismática eternidad,
aquélla compuesta sólo de ahoras
mientras nos insinúa analizar el significado profundo
del enigmático sentido de la vida
Quizá se trata de comprender lo que no está dicho
Ir más allá de las palabras
de forma no explícita, sino sobreentendida
para intentar entender mejor
las señales sutiles y detectar lo tácito
en busca de esa verdad que disipa nuestras dudas
mientras tomamos nota y escuchamos con atención
a los latidos de nuestro amor incondicional...
esa fuente inagotable de reflexiones profundas
como la eternidad, altas como el cielo
y misteriosas como el universo
que se ofrece sin condiciones ni restricciones
y sin esperar nada a cambio
mientras vemos más allá de lo aparente o de lo obvio
porque leer entre líneas es un arte,
no una ciencia
MARiSOL