Entre certezas y dudas
hay un silencio ofendido,
un pálpito congelado,
un esbozo de frases no dichas,
una historia de múltiples delicatessen
no expuestas y presentadas finamente
de forma estética y atractiva
y de manera dulcemente ejemplar
Y mientras pretendo poner fin
con elegante simplicidad,
me guste o no,
a tanto desatino desabrido,
tajadas de finos dulces
se los ha comido el tiempo
sin mi permiso
o acaso, ¿me los tiene prohibido?
Perpleja quedo y sin apetito de más
¡Ay! sobre la mesa de mi vida
quedan solamente restos
de un exquisito bufé inexistente
sembrado sólo de muchas amargas dudas
mas no de concretas y dulces certezas
MARiSOL