Y mientras todo empieza de nuevo,
un encanto interminable por la vida
va rumbo hacia lo desconocido
mientras lo suponemos maravilloso
Al final, la fuerza de la costumbre
ha ido debilitando los anhelos y sueños
de nuestra olvidada niñez
mientras un objetivo irrenunciable,
no logrando convencer a nadie,
sigue avanzando hacia adelante
de manera inexorable con los brazos extendidos.
¿Podrían palabras mágicas modificar
el destino merecido? La duda queda
Pues, entre lo imprevisible y determinado
existe un leve soplo cómplice
Mas ir contra el propio destino no se puede
¡Ay! lo que ha de suceder, sucederá
Mas nada está perdido
si se tiene el valor de proclamar en voz alta
que lo perdido está perdido
y debemos empezar de nuevo
Todo comienzo tiene su encanto
No desaparece nunca, ni siquiera con un final
MARiSOL