Mientras un estrepitoso silencio de un color incierto
se mueve irreflexiva y caóticamente,
observo cuán decadente es su reflejo
Ese reflejo de nuestras almas desordenadas
que no concuerda con la apariencia de nuestros cuerpos
¡Ay! En un arranque de autoridad yo compruebo
que no hay demasiado tiempo para tomar decisiones
entre tú y yo. Ya no
Y aunque yo tenga temor a equivocarme
me paro en seco frente a ti
¿Me entiendes? No sé.
Quizás tú estás más al tanto
de la configuración acústica de mis ideas
que yo misma
Mientras una espinosa magnitud de proporciones heroicas
marcan con una insolencia desdibujada mi rostro otoñal,
mis palabras vestidas de infinitas sugerencias,
se dejan ver cual reflejo de tu realidad absoluta
Esa realidad que no tiene nada que ver con la mía
pues yo soy sólo esa imagen reflejada
que sólo sobrenada, mas ya no se sumerje
en la superficie lejana de tu vida
MARiSOL