Mientras mi sentido común me pide seguir avanzando
entre estrepitosos silencios vestidos de ausencia,
entre estrepitosos silencios vestidos de ausencia,
una tensión, diluída en una mezcla
de frustración, rabia y tristeza
con gesto de incredulidad,
de frustración, rabia y tristeza
con gesto de incredulidad,
descansa en un impreciso lugar del tiempo ...
ese tiempo que no desea que yo me malgaste
en mi día a día
¿Será que el pulso de ayer (del mío) ya no es el mismo
en mi día a día
¿Será que el pulso de ayer (del mío) ya no es el mismo
que el de hoy día, ese día que precede el día que sigue,
o será que yo ya me acostumbré a cada uno de mis días
a pesar de no llegar a ninguna conclusión?
¡Ay! en vez de hacer sólo un amago de saludarnos,
encuentro imprescindible y nada despreciable
tratar de evitar del todo las tinieblas de lo insondable
mientras le pregunto a la vida,
allí dónde más nos duele:
¿Cuán efímera es la felicidad
no sólo en mi día a día,
sino en el tuyo también?
MARiSOL
allí dónde más nos duele:
¿Cuán efímera es la felicidad
no sólo en mi día a día,
sino en el tuyo también?
MARiSOL