Mientras los errores (los míos, los tuyos)
afrontan los desafíos de la vida
yo vuelvo la mirada al ejercicio
de la crítica solamente constructiva
para completar así más mi propia identidad
Y mientras digo en voz alta: "infalible no soy",
reconozco que mis instructivos errores,
también irreducibles e irreconciliables,
pasarán, algún día, a mejor vida
mientras la verdad siga bailando libremente
frente al horizonte de mi vida
¡Ay! Ni contra molinos de viento quiero dialogar,
ni reclamar territorios de aparente cordura,
pues la locura tiene matices inolvidables
Será porque ella nos hace olvidar
el testimonio terrible de la verdadera verdad
aunque pretendamos cambiar de opinión
a lo largo de nuestras propias vidas
Convierto, pues, sin querer, mis palabras en advertencia
mas no para infligirte herida alguna,
sino para recordarte que cualquier ilusión pertinaz
que quiera mantenerse duradera y sin cambios
haciendo nido en tu conciencia o en la mía
(allí donde los errores perdieron ya su dignidad),
carecerá totalmente de fuerza alguna
mientras tú y yo nos esforcemos siempre
en corregir no solamente,
con la moral (ni la tuya ni la mía ... la verdadera)
los errores de nuestros instintos,
sino con amor (ése que sólo da sin pedir nada a cambio)
para poder corregir los errores de nuestra moral
MARiSOL
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