Aunque una sombra de luz con bucólica sonrisa
se deje ver ante mi camino de vida,
comprendo que yo he de hacer ahora una elección de cambio
porque ya nada es igual. Todo es distinto
Y mientras veo cómo las fechas de antiguos calendarios
se evaporan lentamente sin sarcasmo alguno
en la comisura de los labios de mi propio destino,
me doy cuenta que no puedo borrar
las innumerables señales que vienen de lejos
aunque yo esté lista para saltar hacia un lado
Y es que razones suficientes tengo para hacerlo
aunque una insospechada debilidad mía me diga
que yo tengo una deuda de gratitud
en algún lugar destacado de mi memoria
Y aunque mi raciocinio se desenvuelva con naturalidad
y mi corazón lata desde el lado correcto de mi conciencia,
una hostilidad ajena a mí y sin voluntad de cambio,
se quiere endosar, una y otra vez, a mí
mientras una rabia espesamente sorda
no quiere reconocer sus malditos errores
¡Ay! Esa rabia solamente busca excusas baratas
Preocuparse de nada ni de nadie quiere
¡Que lo hagan los otros!
(Cuánto egoísmo)
Y mientras un desaliento profundo hace su nido
sobre mi vapuleado alma,
dedos frenéticos vestidos de un desamparo infinito
y de una caprichosa tiranía
me quieren envolver en su desesperante pasividad ...
aquella actitud del que recibe o padece
una acción sin cooperar a ella ni reaccionar en contra
¡Cuánta apatía despide la sombra de luz!
al dejar que los demás hagan las cosas
que a ella le corresponden
Mas a mí no ni a ti tampoco
MARISOL