Entre soles vestidos de sacrificio, lunas silenciosas
y entre tu conciencia y la mía
existe un pacto unilateralmente no dicho
que baila al compás de un remolino de viento
de falsas presunciones
y no precisamente porque no falten pruebas e indicios
que me indiquen que tú seas culpable
de cómo yo me siento por dentro ...
allí donde en el fondo de mi alma
un tanto desordenada por las circunstancias
lleva en su culpa una gran pena
Mas emitir más veredictos ya no quiero
aunque el daño ya esté hecho
Y por más que me niegue a lamentarme,
decido, más bien, estar quieta y expectante
ante el reloj universal de la vida ...
ése del cual sale a borbotones
discursos no necesariamente imaginarios
Y aunque tus palabras o las mías no atinen
a decir nada altamente razonable,
te recuerdo que sólo somos seres racionales
que transitan por mundos paralelos
desde tiempos inmemoriables
MARiSOL