Mientras la fuerza inexorable de mi destino revienta como una ola de incertidumbre a mis pies, yo estoy cansada de balancear, una y otra vez, la misma pregunta en la punta de mi lengua.
Mientras mi destino me demuestra con su poder sobrenatural que entre el ayer y el hoy existe todavía un mínimo espacio para soñar, yo me pregunto si mi futuro a largo plazo tiene allí cabida alguna.
Mientras mi destino me explica que todo tiene una causa, debo yo aprender a sujetarme a las reglas del juego de mis tres tiempos porque una inquietud se ha quedado muda ante mi falta de conocimiento.
Mientras mi destino me demuestra con su poder sobrenatural que entre el ayer y el hoy existe todavía un mínimo espacio para soñar, yo me pregunto si mi futuro a largo plazo tiene allí cabida alguna.
Mientras mi destino me explica que todo tiene una causa, debo yo aprender a sujetarme a las reglas del juego de mis tres tiempos porque una inquietud se ha quedado muda ante mi falta de conocimiento.