Esta ruptura envejecida
por el tiempo vestido de silencios,
la acepto. Otra opción no tengo.
la acepto. Otra opción no tengo.
Y mientras más allá del horizonte navegan
ausencias que no volverán,
la vida zurce lentamente mis nostalgias.
Me abrazo a mis palabras más sinceras
para seguir acariciando a la vida
aunque todo y nada hable en contra mía.
aunque todo y nada hable en contra mía.