miércoles, 28 de enero de 2009

Jugando con la letra "D"



DESUNIÓN

Un desconsuelo desesperado y desdichado
desata desequilibrios desatinados,

destruyendo por dentro a la descompuesta
y desatendida duquesa.

Descorazonada, decaída, desencantada
y desilusionada
desea sólo dormir
para disimular su debilidad descontrolada.


El disoluto y degenerado duque demanda
desdeñosamente diversión.

Sus dedos delicados y dadivosos
no llevan ni dalias ni dulces, sólo dinero.

Distraído disfruta discretamente de dos doncellas
dúctiles y deliciosas,

de dorsos dulces como damascos,
dadas deprisa a su disposición.


Descalzas y desnudas danzan ellas
desenredando sus dorados cabellos

dejando deliberadamente al descubierto
su debilidad (la de él).

Mientras despreocupadas ellas le dan al díscolo déspota
su dosis de placer,

el displicente y dominante Don Juan desea
ser su dueño del día.


0701_17.jpg Cool, Classy, Old Couch and Elegantly dressed woman image by Emperor777

La duquesa no debe decaer
ni en depresiones ni en dependencias demás.
Y si tiene decoro no dudar más
del dilatado y desagradable divorcio,
aunque le duela demasiado el desinterés
del destructor y desaprensivo duque.
¡No más diálogos despreciables!
¡No más destemplanzas!


Mientras la duquesa se da un duchazo,
decidida se dice a sí misma:

"¡No más dilemas ni dardos de dimes y diretes!
¡No más debilidades!

Desastrosos son los desaires y desagravios del duque.
Desde ahora deseo una vida digna,
ser dueña de mi destino".


Marisol